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  • ACCIÓN QUÍMICA EN LA DIGESTIÓN DE LOS RUMIANTES

    Hemos dicho que la acción química de la digestión incluye un conjunto de procesos químicos que producen la ruptura de las moléculas contenidas en los alimentos en otras más sencillas, a las que llamaremos nutrientes (recuerda que son las proteínas, los hidratos de carbono, las grasas, las vitaminas, los minerales y el agua, que son las sustancias básicas de las que se componen los alimentos).

    El abomaso es un laboratorio químico equivalente al estómago de los no rumiantes. Se encarga de efectuar la digestión de las proteínas no digeridas en el rumen, es decir, trata las llamadas proteínas sobrepasantes (contenidas en la harina de pescado y de soja, entre otras).

    Al nacer, los rumiantes sólo tienen desarrollado el abomaso pues su alimentación inicial es a base de leche. Los tres pre-estómagos (rumen, retículo y omaso) se desarrollan posteriormente y estarán preparados para el momento en el que el animal comience a ingerir forraje.

    Curiosamente, la mayor parte de los nutrientes producidos durante la digestión son utilizados por las propias bacterias que habitan en el tubo digestivo de los rumiantes, y sólo una pequeña parte de los mismos pasa a la sangre, convirtiéndose así en nutrientes reales para el animal. El hecho de que las bacterias consuman nutrientes es beneficioso pues el rumiente necesita de las mismas para conseguir alimentarse.

    ¡Por esta razón suele decirse que alimentar a rumiantes significa
    de algún modo alimentar a los microorganismos que habitan en él!


    Observa el proceso completo que se sigue en la digestión.

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    ¡RECUERDA!

    Para que la digestión sea correcta es necesario que el animal mantenga una flora bacteriana adecuada. Además, la dieta debe ser equilibrada con el fin de que contenga las cantidades adecuadas de cada una de los nutrientes.