La selección de machos

 

INTRODUCCIÓN

La selección de machos jóvenes a través del testaje constituye un capítulo importantísimo en los actuales esquemas de selección de las razas bovinas asturianas, ya que se supone que la mayoría de los futuros toros padres procederán de él.

Básicamente, una prueba de testaje consiste en reunir animales para compararlos entre sí en igualdad de condiciones ambientales y, si tras observarlos encontramos que existen diferencias entre ellos, supondremos que se deben a causas genéticas y no a causas ambientales.

Los mejores animales se seleccionan según los criterios que resulten de interés para la raza, y se destinarán a ser reproductores como sementales de inseminación artificial o como toros de monta natural. Estos animales superiores pasarán a tener un gran número de descendientes en la población. Si consideramos que en la raza Asturiana de los Valles se inseminan aproximadamente entre un 35 y un 40 % de las vacas, nos damos cuenta de la importancia que tiene elegir correctamente los toros de inseminación ya que si acertamos en la elección, el progreso genético para nuestros objetivos de selección será muy rápido.

 

LA PRUEBA DE VALORACIÓN INDIVIDUAL EN LA RAZA ASTURIANA DE LOS VALLES

Históricamente, el testaje de machos jóvenes o Prueba de Valoración Individual (PVI) era competencia de la Dirección General de la Producción Agraria del Ministerio de Agricultura y se realizaba en los antiguos CENSYRAS (Centro de Selección y Reproducción Animal) de varias provincias españolas. Aprovechando la cercanía geográfica de diferentes Censyras a los lugares de implantación de las diferentes razas bovinas, se llevaba a cabo la PVI de las razas Asturiana de los Valles, Asturiana de la Montaña, Avileña, Parda alpina, Pirenaica, Retinta y Rubia Gallega y, posteriormente de las razas Fleckvieh, Charolés, Limousin y Morucha.

Los animales candidatos a ser testados procedían siempre de explotaciones sometidas a vigilancia sanitaria y la responsabilidad de la elección recaía en el Director Técnico del Libro Genealógico.

Al ingresar en el Censyra, los terneros candidatos se sometían a un periodo de adaptación de 15 días y a un periodo de valoración individual que correspondía a 7 controles completos de periodicidad mensual. Se calculaba el peso vivo a los 12 meses de edad, la ganancia media diaria, el consumo de pienso y el índice de conversión, la calificación morfológica y su valoración genésica (valoración como reproductor desde el punto de vista sexual). Con este sistema se sometían a prueba, en el caso de la Asturiana de los Valles, entre 20 y 60 machos jóvenes por año.

 

Tabla 1.- Evolución del número de machos testados en la época 1977-1992.

 

Este sistema de selección de machos presentaba algunos inconvenientes, por ejemplo, los animales ingresaban en el centro de testaje en estaciones diferentes, desarrollando su testaje en condiciones climatológicas muy distintas entre unos y otros.

Los animales que ingresaban en invierno tenían más posibilidades de padecer alguna patología respiratoria que los que ingresaban en primavera o verano, donde la temperatura media es más benigna, y esto influía sobre la expresión de su capacidad de crecimiento.

A partir del año 1992 se plantea un cambio en el sistema, instaurando un testaje basado en la comparación de animales contemporáneos.

La idea consistía en someter a testaje animales que hubieran nacido en un intervalo de tiempo máximo de 2 meses, que ingresaran en el centro en la misma fecha, y que realizaran la prueba durante el mismo periodo de tiempo. También se pretendía aumentar significativamente el número de terneros testados por año por un principio básico: si eliges entre más animales tienes más probabilidades de elegir mejores individuos.

Desde aquella fecha se someten a testaje 6 series de animales contemporáneos por año, logrando, de esta manera, unificar las condiciones ambientales de cada serie y aumentar el número de animales testados. Este nuevo sistema se desarrolló en las instalaciones del Censyra de Somió hasta 1997. En ese momento se pensó en construir un nuevo centro de testaje capaz de acoger mayor número de animales y en mejores condiciones que las que se podían proporcionar en el Censyra de Somió.