LOS MOSQUITOS

 

En España la lengua azul es transmitida por mosquitos del Culicoides, principalmente Culicoides imícola. Son mosquitos pequeños, de 1 a 3 mm con mayor actividad al anochecer y al amanecer y que no suelen entrar en casas o establos a no ser que presenten grandes superficies abiertas. Las hembras pican a los animales  referentemente cuando están fuera de las construcciones. Prefieren las temperaturas cálidas con alta humedad ambiente y ausencia de viento. La supervivencia de los adultos es de 10 a 20 días en la estación  cálida y de 60 a 90 días en la estación fría. La concentración de mosquitos disminuye mucho con temperaturas inferiores a los 12º C y parece ser (aún en estudio) que tres periodos sucesivos de frío intenso en el espacio de tres semanas, con heladas de 2 o 3 horas a –3ºC eliminan tanto los adultos como sus larvas. Las larvas de los mosquitos se desarrollan en zonas húmedas con abundante materia orgánica pero no en pantanos o acequias. La duración del ciclo normal, en condiciones óptimas es de uno 15 días pero el ciclo puede llegar a durar hasta 7 meses. Culicoides imícola tiene su distribución natural en Africa y Asia aunque desde hace unos años se han controlado individuos en nuestro país en todo el suroeste y centro llegando por el norte hasta la provincia de Madrid (ver mapa). Es muy abundante en las islas Baleares. Su periodo de actividad abarca de Mayo-Junio a Noviembre- Diciembre con picos de actividad desde agosto a octubre. Las  temperaturas más adecuadas para su presencia son las comprendidas entre los 18 y los 38ºC. Es de destacar dentro del comportamiento biológico de este mosquito que su presencia en  las zonas citadas anteriormente no es homogénea, se agrupan en manchas de gran densidad de mosquitos, alternadas con vacíos demográficos en áreas vecinas.

 

PROFILAXIS Y CONTROL

 

Tras la aparición de los brotes de lengua azul del año 2000 en las islas Baleares se estableció para todo el país un Plan de Vigilancia Serológica y Entomológica frente a la enfermedad y por supuesto sus vectores con dos objetivos:

 

1.- Definición de animales “centinela” en los que comprobar la circulación del virus.

2.- Captura de vectores (mosquitos del género Culicoides) en trampas especiales para mosquitos.

 

Para ambos objetivos se establece una zona de riesgo de 100 kilómetros a lo largo de la costa Mediterránea y Atlántico andaluza así como puntos de control en todas  as comunidades autónomas aunque estén fuera de esta zona de riesgo.

 

¿Qué es un animal “centinela”?. Un animal centinela es aquel animal al que se le realizan controles periódicos, en el caso de la lengua azul en suero sanguíneo, para comprobar si el virus está en esa zona. En este caso particular se emplean vacas ya que ellas pueden tener el virus, reaccionar contra el pero no padecen la enfermedad. Cuando los análisis cambian de negativos a positivos es que el virus ha empezado a circular. A la vez normalmente los mosquitos caen en las trampas y en  se momento se puede activar las medidas de profilaxis para evitar la propagación de la enfermedad en las ovejas. Algunas de las medidas de prevención a tomar son:

 

• Desinsectación periódica de animales, locales y medios de transporte, con productos autorizados como insecticidas para vacunos (ciflutrin, cipermetrin, deltametrina y permetrina) y ectoparasitidas (ivermectina).

• Reforzar las medidas de control de los mosquitos, usar mosquiteras y evitar exponer a los animales a los vectores al anochecer y al amanecer.

• Restringir todos los movimientos innecesarios.

• Eliminar los lugares de cría del mosquito.

• Vacunación con los serotipos (razas) presentes. Las vacunas que existen son vivas atenuadas por lo que pueden causar abortos en ovejas gestantes. Son en general monovalentes, es decir, sólo son efectivas frente a un serotipo, en el caso de vacunas polivalentes, estas no suelen ser útiles si contienen más de dos serotipos y  demás existe el riesgo de que se crucen entre sí dando lugar a un nuevo serotipo. Estas vacuna no son eficaces ni para vacas ni para cabras. Por último dentro del  rograma de prevención destacar el papel irrelevante en la transmisión de la enfermedad de la fauna salvaje ya que el virus permanece poco tiempo activo en ciervos y   caprinos y el  mosquito tiene una mayor afinidad  por las vacas. Es también importante desinsectar los transportes y los animales que no padecen la enfermedad (como los caballos principalmente) pero sobre los que sí pueden viajar los mosquitos de unas zonas a otras. Una vez declarada la aparición de un foco, las medidas que se ponen en marcha son:

 

 • Sacrificio y destrucción de ovinos con signos clínicos o con sospecha de estar afectados YA QUE NO HAY TRATAMIENTO.

• Establecimiento de una zona de protección de 50 kilómetros y una de vigilancia de 100 kilómetros de radio.

• Prohibición de movimientos de rumiantes dentro de la zona de protección.

 

El levantamiento de estas medidas restrictivas será en función de la evolución del brote, de la ausencia de sueros positivos en centinelas, climatología e identificación del vector en la zona entre otras.