Las diarreas neo-natales
constituyen el mayor problema patológico encontrado en los terneros de menos de
cuatro semanas. Se considera que ellas son responsables del 50% de los casos de
mortalidad en esta edad.
Virus y síntomas clínicos.-
Entre los agentes patógenos
responsables de las diarreas los ratavirus y los coronavirus ocupan un lugar
muy importante.
Los rotavirus están largamente
extendidos en la mayoría de las ganaderías y los terneros son sensibles a ellos
durante la primera semana de vida. Su poder patógeno es bajo e intervienen
solos, son los responsables de una diarrea poco marcada y rara vez mortal. Las
heces adquieren una consistencia cremosa y los síntomas son en general poco
marcados.
Los coronavirus están menos
extendidos que los ratavirus, pero provocan una destrucción importante de las vellosidades intestinales a veces son
en el origen de una diarrea mortal, independiente de toda infección.
Estos virus están en el origen de
la mayoría de las diarreas del ternero hasta la edad de un mes. Tienen una
acción patógena propia y favorecen la instalación de otros agentes patógenos
responsables de diarreas como los colibacilos, cocidios , ..etc
Las diarreas de coronavirus son en
general mas severas, con abundante liquido , a veces sanguinolento. El ternero
se encuentra abatido y con fiebre. La deshidratación se convierte rápidamente
en importante.
Métodos de lucha.-
Algunas medidas de prevención
simple permiten prevenir eficazmente estas diarreas: conviene desparasitar las
madres. La insuficiente nutrición y el parasitismo de las vacas gestantes
disminuye la resistencia del feto y la calidad del calostro. Cuanto mas difícil
es el parto más sensible es el ternero a las diarreas.
Es importante disponer de un local
limpio y desinfectado y los cuidados no deben faltarle al recién nacido. No
olvidándose particularmente de desinfectar el cordón umbilical.
La madre transmite una protección
pasiva al ternero por el calostro que es rico en immunoglobulinas y anticuerpos.
El ternero puede entonces luchar con esto contra los microbios del medio
ambiente durante los primeros días de vida. La toma de calostro debe ser rápida
después del parto. El ternero debe beber al menos 2 litros en las 6 primeras
horas de vida y mas de 5 litros en las primeras 24 horas. La calidad del
calostro debe ser buena y se debe disponer de una reserva de calostro
congelado para poder usar en caso de
que la madre no produzca o sea de mala calidad.
El alojamiento del ternero debe
responder a diferentes criterios:
-
Local reservado a los terneros suficientemente espacioso (
box individual de 1,2 m2 y volumen de aire de 9 m3 por ternero).
-
Enfermería para aislar los terneros enfermos.
-
Suficiente renovación de aire ( en locales no totalmente
abiertos, mas de 0.10 m2 de entrada de
aire y mas de 0.05 m2 de salida, por ternero).
-
Una buena cama de paja ( renovada al menos cada 2 días).
A estas medidas conviene añadir la
vacunación. El protocolo de vacunación prevé una primera a la madre de 1 a 3
meses antes del parto y una de recuerdo el día del parto.
El tratamiento consiste
esencialmente en una rehidratación por vía oral o venosa según la edad y estado
del animal y un tratamiento antibiótico y vitamínico bajo prescripción del
veterinario.